Depuis la publication du rapport de Jean Buyse, un homme d'affaires belge entouré d’une équipe de 34 personnes, en 1990, la controverse se poursuit pour savoir combien il existe de
sommets de plus de 3000 m dans les Pyrénées. Cent, 124, 161, 212 ... Aucun de ces chiffres n’est au goût de tous. Chacun y va de sa définition, de ses considérations, de son
éthique… de ses connaissances malgré la validation de l’UIAA.
De nouvelles recherches et la mise à jour des mesures se sont poursuivis grâce à des organismes de cartographie en Espagne et en France tels que IGN, Cartogràfic de Catalunya et
le Sitar aragonais. Jean Buyse avait proposé 212 sommets principaux et secondaires. Le même nombre a été confirmé par un groupe de montagnards baptisé Ghostbusters.
Le journal espagnol Lavanguardia du 29 juillet 2012 consacre tout un dossier sur
le sujet qui fournit de nombreux détails sur la méthode de recherche et les altitudes retenues. Ce que nous pouvons en tirer, c’est que l’étude de l’équipe de Jean Buyse n’est pas
remise en cause même si, avec des moyens techniques différents de ceux de 1990 il existe quelques différences d’altitude notamment en Espagne.
Gros progrès depuis la premières publication de 100 sommets de 1976 par
Juan María Feliú et complétés en 1978 par 15 sommets supplémentaires.
- La liste de Juan María Feliú de 1976 et 1978
- La liste de Jean Buyse de 1990 et la ventilation par massif
- Nuevas mediciones confirman 212 picos de más de 3.000 metros en los Pirineos - De nouvelles mesures confirment 212 sommets de plus de 3000 mètres dans les Pyrénées
- Explosión de tresmiles – Debate sobre el número de picos de más de 3.000 metros de los Pirineos: nuevas mediciones confirman 212 incluyendo cimas secundarias / Explosion de 3000 - Débat sur le nombre de sommets de plus de 3000 mètres dans les Pyrénées, dont 212 nouvelles mesures confirment les pics secondaires
- Nuevas mediciones confirman 212 picos de más de 3.000 metros en los Pirineos
¿Hay que considerar tresmiles sólo los picos principales o también los secundarios? | El grupo Los Cazafantasmas busca nuevos picos que reúnan los requisitos
La pregunta del millón: ¿cuántos tresmiles tienen los Pirineos? Cien, 124, 161, 212... Ninguna de estas cifras es del agrado de todos. Además, el número de tresmiles se mantiene en continua evolución gracias a nuevas investigaciones y a la actualización de las mediciones que realizan los institutos geográficos de España y Francia, el Cartogràfic de Catalunya y el Sitar aragonés. La polémica ya estalló en 1990 cuando un equipo de 34 expertos dirigido por el empresario belga afincado en Catalunya Juan Buyse publicó un exhaustivo estudio sobre la materia, Los tresmiles del Pirineo (Martínez Roca), rápida y furibundamente contestado desde diferentes frentes, aunque la UIAA (Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo) lo avaló como el registro oficial. Buyse propuso 212 cimas, el mismo número con el que ahora trabaja un entusiasta grupo de montañeros, bautizados Los Cazafantasmas. En el número coinciden, pero no en las montañas que integran esta lista.
Los Cazafantasmas, GPS en mano, han dedicado los últimos cinco años a rastrear los tresmiles de Buyse sobre los que recaían dudas al no cumplir los requisitos que el propio autor, fallecido en el 2002, había establecido y a buscar otros. Sobre los picos principales, como el Aneto, el Posets, la Pica d'Estats, el monte Perdido o el Vignemale, entre otros muchos, no existen sospechas. Pero hay salientes, agujas, antecimas, puntas que también alcanzan los 3.000 metros pero sobre los que se recela que puedan ostentar la categoría de tresmil. ¿Cómo se ordena este panorama? Juan Buyse se quejaba de que todas las listas de tresmiles que circulaban se basaban en criterios subjetivos, sin responder a ninguna regla. "Lo que hizo Buyse, muy perfeccionista, fue establecer una metodología para poder elaborar un catálogo que se basara en criterios objetivos", subraya José Ignacio López, uno de los miembros del equipo de Buyse. El principal requisito que fijó fue que se podía considerar tresmil aquel saliente con un prominencia de al menos diez metros desde el pico principal. Así salieron 212 cumbres, de las cuales 129 eran principales y el resto secundarias. El planteamiento que se sigue en los Alpes respecto a sus cuatromiles es que alcancen una prominencia de al menos 30 metros.
Y 20 años después han irrumpido en escena Los Cazafantasmas que, asumiendo la reglas de Buyse, han ido investigando tresmiles dudosos y buscando otros. Patxi Termenón, uno de los
fundadores del grupo, explica que hasta el momento han descatalogado once tresmiles de Buyse, de los cuales cinco son picos principales que no alcanzan los 3.000 metros (Frondella
SW, Arnales, Besiberri del Mig Nord y Sud y Punta de Passet) y el resto secundarios que no cumplen el requisito de la prominencia de diez metros (Alas N., Diente Rojo, Pico
Audoubert, Hito W de Perdiguero, Aguja de Lliterola y Aguja Escudier). Y han incorporado a la lista idéntico número de tresmiles, con lo que el balance final coincide, sólo de
momento, con el de Buyse: 212. De estos, 124 son principales y los restantes 88 secundarios.
El nombre de Los Cazafantamas responde a que algunas cotas ignoradas por Buyse parecían fantasmas, pues sólo se podían divisar desde algunos ángulos. El primer "fantasma cazado"
fue la Tuqueta de Marboré (3.095 metros), en el 2006. Así, en verano del 2007 se ponían en marcha Los Cazafantasmas y en el 2009 inauguraban su blog
( http://cazafantasmas3000es.blogspot.com.es/), muy seguido por la comunidad pirineísta.
"Tenemos otras 40 puntas que son candidatas a tresmil, las que tienen más posibilidades son una quincena, sobre todo en la zona del Aneto, donde tenemos que seguir investigando. Pero también sospechamos de una docena de cotas de la lista de Buyse que podrían no llegar a los 3.000 metros o no tienen la prominencia exigida", apunta Termenón, quien los ha subido todos. La conclusión es que el censo considerado oficial podría sufrir nuevos vaivenes.
Para Patxi Termenón, en el Pirineo prácticamente todo está explorado, "pero hay muchas cotas, lomas, agujas, que hay que medir con más precisión para determinar su altura exacta. ¿Dónde está el límite de los tresmiles? Nadie lo sabe".
"A mi entender, una condición básica que un tresmil tiene que cumplir es que se tenga que alcanzar la cumbre subiendo, porque hay listados que incluyen tresmiles a los llegas bajando, ¡esto es una vergüenza!", exclama Feliu Izard, del Club Excursionista Lleida (CEL) y autor también de un registro que incluye 161 picos. Izard ha ascendido la totalidad de sus 161 tresmiles; el primero, la Pica d'Estats, a los 16 años; después ha culminado el Aneto una treintena de veces; el Mulleres, una veintena... También Izard, a la vez muy crítico con la toponimia elegida por Buyse, considera que pueden "salir más tresmiles" y con sarcasmo suelta: "Algunos piensan que cualquier saliente por encima de los 3.000 metros es una cima". Las críticas a la obra de Buyse no cesan, pero lo que sí admite la mayoría de los pirineístas consultados es que fue el único que estableció criterios, sean acertados o no.
En lo que sí hay coincidencia es en que el citado catálogo ha actuado como detonante para que cada fin de semana una legión de montañeros salga a los Pirineos a la conquista de
cumbres. Así, cuentan, nacieron los coleccionistas de tresmiles. “Sí, fue el punto de arranque, y se empezaron a encadenar tresmiles en una sola jornada, quizás cambió la actitud
con la que la gente iba al monte”, opina el ingeniero y escritor aragonés Alberto Martínez Embid, autor de una veintena de títulos sobre los Pirineos.
Ese afán por tachar tresmiles ha llevado a decenas, quizás centenares de personas –no existe ningún registro oficial, aunque la Federació d’Entitats Excursionistes de Catalunya
(FEEC) lo anunció hace años pero nunca lo materializó– a completar los 212 propuestos por Buyse o los 161 de Izard. El valenciano Javier Fernández concluyó sus 212 ascensos en
septiembre del 2005, con sólo 16 años. Y el leridano Lluís Garrofer, de 81, prevé pisar el próximo 22 de septiembre la cima del Mulleres (3.010 metros) cerrando así los 161
tresmiles de Izard.
Mientras Martínez Embid es partidario de “listas más cortas, que sólo tengan en cuenta las cimas principales”, Patxi Termenón considera que sí tiene sentido incluir en los listados “cimitas” secundarias pues de lo contrario nadie iría a lugares desconocidos. pero de gran belleza, “a zonas abruptas, salvajes, con canales, cañones... Como a las agujas del Clot de Hount, en el macizo del Vignemale”. Este cazafantasmas logró ascender estas dos agujas en su cuarto intento y sostiene que, además de las montañas clásicas, las más emblemáticas, aquellas más solicitadas, hay un montón de salientes, más inaccesibles, que también vale la pena conocer.
¿Y cuando los coleccionistas de tresmiles hayan tachado todas las cimas de 3.000 metros, adónde irán? “Hay más Pirineos por descubrir, los rincones menos famosos, aquellos que no tienen refugios ni vías de escalada, los más propicios a la aventura”, sugiere el alpinista y catedrático de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid Pedro Nicolás. Quizás entonces aflorará una nueva pregunta: ¿cuántos dosmiles albergan los Pirineos? Unos hablan de centenares, otros de miles...
Catalunya 'retoca' la altura de sus montañas
La configuración de los once tresmiles catalanes ha variado en los últimos años a raíz de la actualización de las mediciones realizadas por el Institut Cartogràfic de Catalunya
(ICC) y por las informaciones aportadas por Los Cazafantasmas. Según este grupo, la zona de los Besiberri suma cinco picos de más de 3.000 metros, y la de la Pica, ocho, aunque dos
de ellos están totalmente en territorio francés (Montcalm y Cap de la Coma de Riufred). Miquel Soro, experto en geodesia del ICC, coincide con la lista propuesta por este grupo,
que ha suprimido tres picos del catálogo de Buyse: la Punta de Passet, de 2.997,6 metros, y los Besiberri del Mig Nord (2.995,9 metros) y del Mig Sud (2.995,2). Los nuevos
tresmiles, siempre de acuerdo con el criterio fijado por Juan Buyse de que tengan un prominencia de un mínimo de 10 metros respecto al pico principal, son la Agulla Nord de
Malavesina, de 3.009,9 metros y una prominencia de 14; la antecima norte del Sotllo, de 3.058,2 metros y una prominencia de 11,8, y el citado Cap de la Coma de Riufred, de 3.040,3
y 10,7 de prominencia, ya en Francia. Los restantes tresmiles hasta completar la cifra de trece de las zonas Besiberri y Estats son la Pica d’Estats (3.143,5), el más alto de
Catalunya; el Verdaguer (3.129,4); la Punta Gabarró (3.114, 6); el Montcalm (3.078,3); el Pico de Sotllo (3.072,8); el Comaloforno (3.029,2); el Besiberri Sud (3.023,4); la Punta
Alta (3.014); el Besiberri Nord (3.008,3), y el Rodó de Canalbona (3.004,3). Cabe destacar que de los trece picos de estas dos zonas, once están en Catalunya y los otros dos en
Francia. Soro destaca que los avances tecnológicos, con la incorporación del GPS de alta precisión, han permitido mejorar las mediciones, y pone el ejemplo del Besiberri Nord, que
tras la última evaluación del ICC ha “perdido” 6,7 metros. Soro explica que en una primera fase se puede realizar las mediciones utilizando fotos aéreas y puntos de referencia
sobre el terreno. No obstante, la determinación más exacta de las cotas requiere que un topógrafo vaya a la montaña a efectuar mediciones in situ.
Auteur: Rosa M. Bosch
Source: Lavangardia.es du 29/07/2012